El Hechizo

Hubo una vez una mujer hermosa, que atraía con su encanto a todos los jóvenes de la comarca. Alisa era su nombre.
Se dice que tal era su belleza, que ninguna otra mujer se atrevía a pararse a su lado. Eclipsaba todo a su alrededor.. Acaparaba todas las miradas.
Pretendientes de muchas naciones vecinas llegaban al pueblo pidiendo su mano y uno a uno eran rechazados... Ella no quería el amor de ningún caballero extranjero, de ningún forastero, ni conde ni príncipe.
Sus ojos estaban puestos en un humilde aprendiz de herrero llamado Gabriel.
Ambos fundían sus miradas el uno en el otro cada vez que se cruzaban en el mercado del pueblo y no podían evitar esbozar una tonta sonrisa.Lo que nunca sospecharían es que su sonzo jugueteo atraería una tempestad.







Había otra joven que disputaba el amor de Gabriel. Su novia.
Alisa no lo supo al principio pero el estaba comprometido con Layla, una mujer casi tan hermosa como ella. De cabello oscuros y mirada profunda y abismal como el mar.
Layla tabajaba en el mercado tambien tenia un puesto de collares y joyas muy cerca de la herreria.
Cada vez que Alisa se paseaba por alli intentando seducir con sus encantos a Gabriel, ella la observaba y su odio crecía día a día. Aun así confiaba en su prometido. Pero Gabriel había caído en lo brazos de Alisa, se encontraron innumerables veces a espaldas de Layla, Hasta que un día el decidió terminar con ella.
Layla estaba debastada, no podía creerlo se sintió tan desdichada, engañada pero no podía dejar que esos dos arruinaran su vida. Al Día siguiente se dirigió como siempre a su puesto en el mercado, con la cabeza en alto paso por enfrente de Gabriel sin siquiera voltear la mirada. El Día prometía ser largo y difícil de llevar. Pero nada que Layla no pudiera manejar, o al menos eso fue lo que penso hasta que la vio... Era Alisa acercándose con sus movimientos felinos hacia el. Y con una sonrisa tan insulsa en su rostro, La sangre comenzó a hervirle por dentro.
Eso si que no podía soportarlo.. Jamas!! -Dijo- jamas.. permitire que esa maldita sea feliz con el!






Habían pasado solo dos meses y la noticia se extendía por todas partes.. Alisa finalmente había aceptado una propuesta de matrimonio! El chisme estaba en boca de cada mujer y cada hombre de la comarca. Y nadie quería perderse semejante fiesta.
_ Alisa Y gabriel! Vivan los novios!! Se oía en la calles...
Layla tampoco se perdería semejante acontecimiento. Acosada por los espectros del odio y la venganza acudió a una bruja muy poderosa.
Una anciana aparentemente milenaria.. de la que todos conocían solo su leyenda. Y esta decía que solo aquella persona que fuera realmente desdichada y estuviera dispuesta a aceptar cualquier precio conocería su verdadero rostro y obtendría su ayuda.
En realidad fue la bruja quien busco a Layla. Mientras ella se encontraba escondida detrás de su puesto en el mercado... llorando angustiosamente y tapándose los oidos para no escuchar el chismerio de las viejas que cotorreaban sobre el casamiento del año!
Se acerco sigilosamente y acariciando su cabello le dijo:

_no llores por quien no te merece niña..los que traicionan nunca son felices. Se que me has estado buscando, quizas inconcientemente. Estos meses que han pasado han sido los peores de tu vida. Y nunca imaginaste que fuera posible sentir tanto dolor.. lo se, se todas y cada una de las cosas que has pensado y se tambien que quieres vengarte.
Rapidamente Layla alzo su cabeza y algo asustada miro a la extraña mujer que le estaba hablando;
_ usted.. es...
_si soy yo. No temas porque ahora estoy de tu lado
_ no se que hacer! Siento mucha ira hacia ellos! Y hacia mi misma por haber sido tan tonta! Y ahora no se como seguir.. me duele demasiado.. y estan en todas partes puedo verlos y escucharlos en todas partes!! No lo soporto mas!
_no debes hacer mas nada mi niña.. ya has sufrido suficiente a partir de ahora déjamelo a mi. Y pase lo que pase no sientas culpa. Tienes suerte, me has caído bien y no voy a pedirte nada a cambio, tu vida volverá a ser la de antes y esta es la ultima vez que vas a verme. Adiós!







Y así como vino se fue . desapareció entre la gente; Layla se encontraba tan confundida que se fue corriendo hasta su casa. Y abrazando con fuerza su almohada cayó rendida en un sueño profundo.
A la mañana siguiente, al despertar Layla se sintió distinta, un aire de tranquilidad invadía toda la habitación. Y respirar ya no dolía tanto. Se dirigió a su puesto como todos los días; y a medida que se acercaba podía escuchar que todos estaban murmurando algo. Y sin poder vencer la curiosidad, se acercó a una de las señoras que integraba ese circulo de chismes; quien sin ningún reparo comenzó a contarle todo.

_ cómo ¿aún no te has enterado?! –dijo-
_No señora, de ¿que están hablando todos?
_del casamiento de la joven Alisa...
_ ah si es eso.. si si ya lo se.. bueno .. adiós...
_ No, no de lo que ocurrió en el casamiento anoche..!
_ que? De que esta hablando? que sucedió?
_ es que nadie lo sabe con exactitud, al parecer esa chica se volvió loca. Primero no la encontraban por ninguna parte, cuando finalmente apareció, estaba aterrada! Y al parecer había estado llorando... temblando caminó lentamente hacia el altar, y cuado llegó, solo pronunció incoherencias, decía que había visto cosas horribles y que siempre la perseguirían si se casaba.
_ entonces...
_ y, entonces huyo! Salió corriendo despavorida como si hubiese visto al mismìsimo diablo!
Te imaginas al pobre del novio? Su novia huyendo del altar...

Esas palabras cayeron como baldazo de agua fría sobre Layla. No podía creer lo que había escuchado, tampoco podía contener la risa... las ganas de soltar una carcajada!! Ni quitar esa expresión de asombro de su rostro. ¿Qué le había sucedido a Alisa? ¿qué le habría hecho la bruja?

Los días fueron pasando y la noticia de la novia que se había vuelto loca y abandono a su prometido en el altar se corría por todo el reino. Nadie sabía a donde había ido, ni que le había sucedido. Como por arte de magia ella había desaparecido. El novio abandonado y herido, quizo buscar refugio en brazos de su antiguo amor, pero ese amor ya no le correspondía y ni pena sentía por el .

Por haberme engañado ahora pagas el precio, le dijo, tu no sabes lo que es amar. Ve en busca de aquella que te prometió eternidad, y si la encuentras perdónala, ustedes son el uno para el otro se merecen, ambos cobardes. A mi nunca me vuelvas a mirar.

Fin.

Por: Roxana Giselle.