jueves, 3 de octubre de 2013

La ciudad




Algo que no mencioné aún es que  nuestra morada se encontraba bastante alejada, ni siquiera digo de la capital, para llegar al primer pueblo debíamos recorrer medio día a carruaje.
Cada mes, era una oportunidad de visitar aquella pequeña ciudad, ¡ver un tumulto de personas!. Que placer me causaba caminar entre un grupo de desconocidos, sentir los olores del mercado al aire libre, ver los vestidos de las demás damas, recorrer cada uno de los puestos. y fascinarme con su diversidad y colores.
Una vez que ese recorrido terminaba, ibamos hacia la parte sur de pueblo,donde se encontraban los almacenes, la taberna y para mi lo mas importante; la librería. 
No siempre podía irme de allí con algún libro, mi madre a veces me los quitaba de la mano y diciendome muy amablemente, no podemos esta vez. hay otras cosas mas importante que llevar.
Si bien no nos faltaba el dinero, tampoco podíamos derrocharlo.
El Sr. Julious, el dueño ya me conocía y cuando notaba que eso sucedía, se acercaba y me daba el libro.
- cuando vuelvas el mes entrante, me lo traes de regreso, y me cuentas que te pareció.
Hoy puedo decir es esos momentos, era completamente feliz.

Asì fue como conocì el mundo, el real, como solìa decirme mi madre y el ideal, como solìa decirle yo.
Pero ni todos los libros de fantasìa que pude haber leìdo en aquellos dìas, hoy tan lejanos. Ni mi ilimitada curiosidad e imaginación podìan haberme preparado para lo que iba a ocurrir.

sábado, 25 de agosto de 2012

En el comienzo


Mi familia, como otras  tantas de nuestro pueblo, había heredado una pequeña fortuna y cierta distincíon, debido a un pasado ligado a la nobleza.
Con solo mirar sin mucho detenimiento en cada rincón de mi hogar, me topaba con los vestigios de aquel próspero pasado.
El escudo de la familia en un bello grabado, sobre la chimenea, los mismo atizadores de hierro forjado, con terminaciones en un bello bronce. La vajilla de fina plata, que mi madre mantenía siempre guardada en el inmenso mueble de roble, con sus detalles en cristal y las rosas que decoraban cada borde con sus aún visibles tonos rojos y carmesí.
De las paredes del corredor colgaban dos pinturas inmensas que siempre llamaron mi atención.
La primera retrataba a una mujer, con la mirada distante, como perdida en el tiempo. La segunda, era de un hombre, esta era mas sombría que la anterio,r debido a los tonos oscuros en el ropaje de la persona representada y tambíen a que notaba algo en su mirada, se veía demasiado severa.
De pequeña imaginaba que el triste semblante de la bella mujer de la pintura, tenía que ver con la prescencia de aquel intimidante hombre que la vigilaba, ya que se habían colocado enfrentados uno con el otro.
Siempre que debía pasar por allí, para llegar al comedor, tenía esa extraña sensación.
Y para darle aún mas dramatismo a ese lugar, al final de aquel corredor, se alazaba una vieja y desgastada armadura, de pie con una enorme espada entre sus manos.
Mi infancia trancurrida en este lugar, fue de lo mas creativa y mi imaginación volaba con cada una de las historias que se me ocurrían solo  al recorrer estos pasillos.

miércoles, 21 de marzo de 2012

Breve prólogo o introducción



El corazón se le estrujó fuertemente dentro de su pecho,

soplaba un viento desolador, se avecinaba la primera tormenta de invierno.

Casi no podía moverse, no debido al frío, sino a que aún no caía en cuenta de lo que acababa de suceder.
Las imágenes reaparecían una y otra vez en su mente e intentaba hilar las secuencias de los días anteriores, pero no podía unirlas, era inútil, todo era en vano.
Sabía que la noche estaba próxima, quedarse allí era sumamente peligroso, sabía que tenía que comenzar a caminar, pero sus piernas no le respondían.

_ Ten fuerza - se dijo a sí misma-

A pesar del dolor, no iba a rendirse, nada ni nadie, le iba a quitar las ganas de volver y demostrarle a todos, que estaba viva.


Presentación

Dudo mucho que alguien se interese en escuchar mi historia, y estoy completamente segura de que nadie me creería tampoco, pero aquí estoy, no tengo nada que ocultar ni nada mas nada que perder, asi que, ¿por qué no contarla?
Pero primero, debo presentarme, mi nombre es Elise Claire Boissieu, nací el 21 de Abril de 1874 en la bella Austria, el apellido francés lo he heredado de mi padre.

Transcurrió toda mi niñez y entrada adolescencia en
Viena, rodeada de naturaleza y de nobles costumbres, características de un pueblo pequeño.
Y cada tanto, soñaba con conocer Francia, recorrer sus calles, admirar la belleza de la que tanto me hablaba él, atesoraba sus recuerdos, como si fueran míos, mi madre en cambio, me decía que no me ilusione, que aquello no era mejor que lo que ya conocía y que París no era mas que una ciudad en decadencia.
Quizás ella no tenía buenos recuerdos de su corta estadía en Francia, pero allí habia conocido a mi padre, no podía ser tan malo después de todo, ¿o si?
En fín, no pude concretar ese deseo, sinó hasta cumplidos mis 23 años, pero me estoy adelantando, ya hablaré de ese viaje, ya que es de suma importancia para mi historia.

Tengo 27 años, mido apróximadamente 1,75 de estatura, mi cabello es castaño oscuro largo y rizado en las puntas, mi contextura es, no diría delgada sinó esbelta, sin vuloptuosidades ni carencias y en estos momentos, mientras relato mi vida, me encuentro recluída en una vieja casona, muy apartada de cualquier lugar que haya mencionado anteriormente y mi intención no es precisamente develar su ubicacíon exacta.
Debo protegerme, o mejor dicho, ocultarme, hasta que sea propicio volver.

lunes, 5 de marzo de 2012

A donde pertenezco

Photobucket


Me dirijo hacia la tierra prometida, nadie me ha develado el camino, simplemente lo sé.
He visto en mi mente, lo que alli me espera, he visto a quien llaman muerte, y no le he temido.
No hay nada que me ate aqui, porque he de seguir esperando?
Quiero correr a sus brazos y despertar de este sueño engañoso, si, eso es
no es mas que un sueño, uno en el que vagamos ciegamente, creyendo hacer lo correcto.

A donde pertenezco... alli es a donde quiero llegar, donde las voces eternas
cantaran para mi, canciones de antaño en un arrullo sin cesar.
Donde al fin, recueste mi cabeza en la brama y ya no duela respirar.

Goodbye




before you leave
take my pain away
but keep this moment inside
It will be bright someday

maybe not tomorrow
maybe not this day
but i know,
you will find me
and see who I really am.


Roxana G.

domingo, 4 de septiembre de 2011

Open the gate




Open the gate
and forget your past,
walk into the forest,
follow the lights

Walk with me,
trough this
silent path
Let's get lost
in this perfect time

Follow those trees
don't stay behind,
there is not day
it's always night

And finally
I just need to tell you once
there is not death
here we only fly.







sábado, 3 de septiembre de 2011

flashes...

Uno cree que aprende de sus errores, o quiere creerlo.
Incluso llegamos a pensar que no podemos vivir sin amor o sin dolor, que después de todo, esos es lo que nos hace humanos.
Existen personas que juran jamás haberse enamorado y se sienten orgullosas de ello; otras lo darían todo por conocer ese sentimiento.

A veces creemos que al crecer, maduramos. Otro grave error, no siempre los años nos dotan de madurez ni de inteligencia, a veces creo que solo acumulamos experiencias.
Cuantas veces decimos, " ya pasé por esto , y no quiero volver a pasarlo" ¿cuantas veces hacemos caso a esas palabras? y ¿cuantas la ignoramos?

A que minoría pertenezco? a la sentimentalista, a la realista, a la resiganda al día a día?
Una vez creí haberme acostumbrado al simple estado lineal de una existencia recta y sin final, vacía, con algunos tantos eventos que cada tanto, le otorgaban algo de flexibilidad.
Alguna vez también creí haber sido distinta o será mejor dicho, que me creí parte del resto? y que finalmente entendí que no era así?

martes, 8 de marzo de 2011

Pequeños pedazos de inspiración

Mas que inspiracion, en realidad, una muestra de algunos sentimientos
que se vienen agolpando en mi hace tiempo.
y bueno antes que guardarlos y explotar, he aquí que los comparto con ustedes.






un verso sin sentido
un susurro en el viento
suplico a gritos mudos,
encontrarte
en las calles o en mis sueños
cuanto mas lejana tu imagen
mas grande el desconsuelo.

No me escuchas,
no te oigo
no me buscas...
no te encuentro.

Cuanto mas..
o cuanto menos..
debo seguir queriendo?

y continuo caminando,

no sin rumbo,
sin anhelos
deseo que caiga la noche
y me brinde una vez mas
su oscuro cielo.




Suave melodia, triste, infantil
un piano a lo lejos,
como un eco
te atrae hacia mí y me despiertas...
estaba acaso dormida?
mis ojos cansados, me dicen que si
,
que a un sueño profundo un día partí.

Entonces lo recuerdo,
estabas ahí

y por qué me entristece esta melodía?

por qué mi sueño llego a su fín?







Your eyes are the gate..

una simple mirada
lo cambió todo en mí

esos ojos profundos
celestialmente abismales
me condenaron a esta tortura

me pierdo una vez mas
y a veces pienso que no quiero encontrar la salida.